manos milagrosas

www.youtube.com/watch?v=A7ShRbxDDiw

 

 

¿Cómo educas a tus hijos? ¿Haciendo? ¿O dejando hacer?

La fórmula mágica no existe. Pero un camino se debe trazar.

 A continuación, verás algunas pautas que cada familia debería aplicar a su manera:

 CARICIAS POSITIVAS 

 DISCIPLINA

 ALEGRÍA

 IDEAL DE VIDA

Caricias positivas físicas, psíquicas y verbales. No dudes en acariciar a tus hijos. Ellos lo necesitan aunque no lo parezca. Se trata de sorprenderles haciendo cosas bien hechas y alabárselas. Si una actitud tiene éxito, las personas humanas tendemos a repetirla. Reconociendo las actitudes positivas de nuestros hijos, estamos potenciando su buen comportamiento, y en muchas ocasiones será suficiente, reconociendo la buena voluntad de una acción. 

Disciplina firme y exigente. No dejes pasar nada por alto. Pero hazlo con dulzura. Recuerda la mano de acero enfundada en guante de seda. Cuida la forma de criticar una actuación incorrecta. Los hijos reaccionan con odio o rebeldía si la crítica es demasiado dura; cuando no sólo se critica lo importante, sino también las tonterías; cuando en la crítica se recuerdan situaciones pasadas; cuando se desvaloriza la persona. Procura no corregirlos delante de otras personas ajenas a la familia.

La alegría es equilibrio, y ésta se transmite. Es un ingrediente básico en esta fórmula; es el elemento compensador. El ideal de vida es el ideal que debemos transmitir a nuestros hijos y con el que debemos ser consecuentes. Predica con el ejemplo. Si bajamos el listón con nosotros mismos, ellos lo ven. Y este "ideal" comprende unas cuantas cosas: 

 La fe que profesas, ¿cómo la pasas a tus hijos?

 En la relación con la familia ¿cuánto tiempo le dedicas? 

 Como padre, como pareja, ¿qué imagen transmites a tus hijos? 

 El ocio, ¿cómo distribuyes el tiempo?

 La naturaleza, ¿cómo la vives? "Los hijos, si no obedecen, mandan"